Anish Kapoor.


En los años 80, muestra en sus enigmáticas figuras llenas de sensualidad, un objeto “puede ser y no ser” al mismo tiempo. Sus materiales eran siempre naturales y solía recubrirlos con pigmentos de colores vivos. 
En los 90 comienza a hacer esculturas abstractas de gran tamaño, enigmáticas. Emplea materiales nuevos como los metales pulidos, la resina y los espejos para crear obras de grandísimo formato. En ellas aparecen sus características aperturas y cavidades que invitan a penetrar al interior de unas creaciones que van más allá de la realidad. 
Sus obras del SXXI, sus instalaciones móviles que chorrean sustancias del color de la sangre, son formas de aspecto biológico que indagan sobre las tensiones que genera la creación plástica.




Disparos en el rincón , Anish Kapoor, 2009

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