MARGARET NAUMBURG. Nueva York
Margaret Naumburg, una de las pioneras de Arte Terapia plantea que “la terapia artística favorece la comunicación simbólica entre
terapeuta y paciente” (…) “La técnica
se basa en que todos los individuos, estén o no entrenados artísticamente,
poseen una capacidad latente de proyectar sus conflictos internos bajo formas
visuales” (…) “al reflejar gráficamente las experiencias internas, éstas
adquieren una mayor articulación verbal” (…) “aquellos originariamente
bloqueados en su expresión verbal comienzan a verbalizar con el fin de explicar
sus producciones artísticas".
Namburg fue la primera que utilizó el proceso artístico en su trabajo como psicoanalista.
Plantea que la Terapia artística puede emplearse como -forma primaria de psicoterapia o técnica auxiliar de otras técnicas. Es eficaz en perturbaciones de conducta, en neurosis, psicosis y aplicable a adultos, adolescentes y niños. Primero la aplicó en forma individual, después como técnica suplementaria de terapia de grupo.
Plantea que la Terapia artística puede emplearse como -forma primaria de psicoterapia o técnica auxiliar de otras técnicas. Es eficaz en perturbaciones de conducta, en neurosis, psicosis y aplicable a adultos, adolescentes y niños. Primero la aplicó en forma individual, después como técnica suplementaria de terapia de grupo.
Según la autora, en la relación transferencial, la expresión
espontánea gráfica de los pensamientos y sentimientos que derivan del
inconsciente, se proyectan en imágenes. Todos los individuos poseen la capacidad latente de proyectar sus
conflictos internos bajo formas visuales. El arte deviene forma de expresión.
El arteterapeuta no
interpreta el arte del paciente, sino que lo alienta para que
descubra por si mismo el significado de sus realizaciones. En el caso que no
comprenda el significado del dibujo puede ayudarlo a que lo
descubra mediante asociación libre.
El paciente se
enfrenta así con la evidencia de una imagen donde proyecta sus conflictos bajo la forma de dibujos, escultura, pintura.
La terapia
artística favorece la autonomía del paciente al estimular su capacidad para
interpretar sus propias creaciones y a medida que sus
producciones mejoran, se irá fortaleciendo su yo y disminuyendo proporcionalmente su dependencia del terapeuta.
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