Ready-made. Duchamp. Segunda Vanguardia.
El ready-made consistía en la combinación arbitraria de objetos de uso cotidiano, sacados de su contexto original, desfuncionalizado y convertido en arte por deseo del artista. Un objeto cualquiera, ya hecho y separado de la pintura, un objeto preexistente, puede convertirse en arte solo por ser escogido por el artista.
Los objetos devenidos en obra pueden ser:
preexistentes, construidos por el artista, ensamblados, fragmentados, de desecho,
transformados o reciclados. Estos pueden cumplir diferentes funciones:
representativa o referencial, metafórica o simbólica y tener diferentes
procedencias, desde vulgares hasta sagrados. La presencia del objeto pone en evidencia la
preponderancia de la idea, el concepto, la intencionalidad poética por sobre la
realización.
Duchamp pensó romper con todos los valores
tradicionales del arte. Con el ready-made, introduce una fuerte crítica a la
institucionalidad y cuestiona seriamente la historia del arte y su autonomía.
Al ingresar a los museos objetos de la vida cotidiana
cambia la manera de percibir el arte. Toda su obra es una burla al espectador.
Para
Duchamp es importante la interacción que debe existir entre artista y
espectador. Utilizaba juegos de palabras en los títulos de sus obras
para forzar al espectador a pensar, produciendo una
multiplicidad de lecturas. Su ready-made más famoso es la Fuente, no tenía
importancia si el autor lo había fabricado o no, sino que es el acto de la
elección lo que transforma un objeto de fontanería en una obra artística, y
crea un pensamiento nuevo para el objeto.
Rueda de bicicleta de
Marcel Duchamp, 1951
Marcel Duchamp, Fuente,
1917
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